Tu nombre es torbellino, o así es como te siento,
robándome el aire y lo que me falta de aliento.
Tranquilo –me dices–,
que sólo vengo a hacerte el amor y después me retiro.
Me lanzas un beso certero, preciso.
Tus labios como una bala,su pólvora como un hechizo.
Eres como el viento, sereno y sencillo.
Sin anunciar tu llegada me revientas el juicio.
Así pasa hoy y mañana, así fue anoche y antier;
pensándote en cada minuto, cada velada, cada amanecer.
Quiero entenderte a ti aunque tú no lo hagas,
comprenderte los miedos,tus ojos, tus ganas.
Quiero entenderte a ti, aunque tú no lo hagas.